Hagamos un ejercicio de memoria, volvamos a la infancia, yo recuerdo esas situaciones de cabreo monumental, rabia, desamparo, cuando por razones desconocidas para un tierno infante, te obligaban a hacer algo que tu no querias hacer o no comprendias por que tenias que hacerlo. Seguro que la gran mayoria de nosotros podemos ponerle memoria a esas ocasiones.
Yo, pensaba, cuando sea mayor esto no me volvera a pasar.
Pues bien, ya soy mayor, y aqui estoy enfrentado al mismo tipo de situaciónes, es duro que te obligen, cuando tu no lo entiendes, a hacer cosas que no quieres o en este caso no sabes, es mas duro cuando ademas te dicen que la responsabilidad de lo que suceda es tuya, cuando tu no sabes, y dices que no sabes. Es peor cuando a nadie le importa lo que le suceda a los demas, cuando los intereses económicos o institucionales estan por encima de las personas.
Todo esto es dificil de entender, pero en realidad lo que mas me va a costar, es tener una sonrisa en la cara, aparentar que no pasa nada, cuando en relidad por dentro este lleno de rabia, decepción, impotencia y desilusion.
Rabia, por que no entiendo que puedan pasar estas cosas y ademas no las puedas hablar, defender tus ideas delante de quien corresponda.
Decepción, por que no siempre somos una piña.
Impotencia, por que ya no se me ocure que mas hacer.
Desilusión, por que a pesar de ser mayor, la vida sigue igual.
